Si bien se le puede atribuir el enfriamiento de manos y pies al invierno, lo cierto es que cuando se repite se está ante la posibilidad de problemas en la circulación de la sangre. Y en este ...
Son los virus que nos rodean los culpables y no unos pies «sin zapatillas». Distintos estudios científicos han tratado de validar esta hipótesis popular, sin resultados que la respalden.